Definitivamente
y aunque lo intuyes antes de ir, no es una ciudad simplemente, no es una
capital europea sin más. Hay tantas historias detrás de cada graffiti de cada
palacio, de cada estación de Ubanh o de cada persona que te cruzas por la
calle...que el turista se involucra de otra manera.
Berlín
es majestuosa y dominante en sus
Palacios de dimensiones brutalistas , muy germana y organizada en una red de
transporte impresionante, cada rincón del pasado reciente derrocha
personalidad, Y quizá sea el único lugar del mundo donde probablemente el
graffiti adquiere esta dimensión artística e histórica. Huele a salchicha con
curry a patatas a cerveza y a historia, no creo que haya un lugar donde en
menos de 100 años hayan pasado tantísimas cosas y eso se nota. Desde el
esterminio nazi hasta esa pared de la vergüenza que separó dos mundos algo
presente en toda la ciudad, su caída y su recuperación, aún se ven solares y
grúas ....dan a Berlín esa .....y que hacen al turista reflexionar.
Llegada
a SHONEFELD
El
aeropuerto es más bien pequeño o al menos la terminal de bajo coste. Justo en
frente y andando unos 5m se llega a la estación de trenes regional, bueno en
realidad es un paso subterráneo con unas máquinas expendedoras de billetes. El
RE7 y el RB14 van hasta el centro. En realidad tenéis que buscar el anden que
pone Berlin ya que no hay ni un cartel ni nada. Las máquinas se pueden poner en
español, una gran ayuda, y hay que comprar billete ABC unos 2,70€, ticarlos en
el andén. Cuando llegamos no había nadie a quién preguntar y casi todos los que
estábamos estábamos igual de despistados. Seguid indicaciones a Osthbanhof y el
cartel de Berlín, creo que era la última vía a la izquierda.
En
40 minutos estáis en el mismo centro, Alexanderplatz, Friederichstrasse etc muy
cómodo la verdad.
El
hotel en esta zona, en Charlotenstarsse con Leizpig, ha sido un gran acierto ya
que está a 10/20 minutos a pie de las grandes puntos a visitar, a menos de 5 de
Checkpoint o a 3 de la Gendamermarkt plazt. En la estación de Stadmitte hay dos
líneas de metro y si no tanto en Alexanderplatz o Friederichstrasse hay
conexiones a cualquier punto.
Quizá
un poco escaso de locales para cenar, repetimos en Augustiner!! Por su codillo,
pero lleno de cafés para el desayuno.
DÍA 1
Esta noceh como decía nos dimos el gran homenaje bávaro cenamos codillo y salchichas, y bien de cerveza en Augustiner, en Charlotenstrasse, un restaurante típico con fornidos camareros y camareras con delantal de cuero.
DÍA 1
El
domingo en lugar de lanzarnos al barrio gubernamental, a las plazas y demás
emblemas berlineses, nos fuimos directos a Pezlauer Berg, además de un
interesante paseo por el muro con fotografías y explicaciones hay un mercadillo
con mucho encanto, mucha gente y supongo que con más ambiente si hace buen
tiempo.Un reducto de barbudos hipsters, que aquí también abundan.
Antes
pasamos por kUlturbrei una antigua fábrica de cerveza reconvertida en locales
de exposiciones, bares, tiendas y con un patio con camioncillos de comida muy atractivo,
y que fue una pena visitar tan temprano...
The bird, un hamburgueseria moderna para comer un domingo:
carne, queso y montaña de patatas además de un pepinillo típico que harán que
salgas casi rodando. afortunadamente el manager, español, nos trató
estupendamente y además nos puso un reconfortante chupito de whisky que nos
rebajo la comida.
Dos
súper burgers + 4 pintas por cabeza= 33€
Decidimos
volver andando aunque sabíamos que había una tiradita, pero era necesario
moverse un poco. Así es como encontramos un café claramente del Berlín este, un
mobiliario una iluminación muy 50, diría
yo.
Bajando
por Kastanielle la calle la castaña deduzco, se llega a una zona con variedad
de tiendas más bien carillas restaurantes, bares muy de moda.
Fuimos
a un vietnamita muy majo District Môt, con
comida muy buena y barato, para lo que estamos acostumbrados.unos 40€, con
bebida y 3 platos.tenía mesitas fuera que a buen seguro serán un reclamo en
meses de verano si lo hay...
Aprovechamos
para ver los Haskercher hofe, una patios muy pintorescos llenos de tiendecitas
monas, son edificios de azulejos de colores con varios patios comunicados entre
sí.
Pero
no podéis perderos el patio que esta justo al lado, Dead
Chicken Alley o Haus Schwazenberg, un lugar de arte alternativo , con paredes completamente
pinturujeadas o con carteles llegas a un patio muy curioso, con una estructura
al estilo Madmax, y un garito curioso donde además de haber cerveza a buen
precio se puede fumar. Debe de aparecer en alguna guía porque estaba llenito de
españoles, pero merece una visita por muy tétrico que parezca, el Pub metro de mi pueblo era del estilo.
Berlin
te brinda la oportunidad de ver lugares
así en el mismo centro de la ciudad y codo con codo con boutiques o flagships,
y que no te atreverías a pisar en otro lugar.
Conocimos
un bar-museo de los Ramones, por casualidad y que era realmente agradable, muy
del estilo Berlin, un salón como del año maricastaña pero sabiamente conjuntado
con fotos recuerdos discos del grupo neoyorkino, el museo en la parte de atrás
del bar costaba 3€ creo.
Y
con esto ya damos fin a un agotador día en Berlín eso si hoy sin cenar más que
una cerveza.
DÍA
2
Con
fuerza y determinación ponemos el despertador para ver con sorpresa como
nevaba, así que demoramos la salida.
El
desayuno hoy en un café con mil opciones de bagels, sándwiches etc....dos
personas con café no muy bueno, huevo duro y zumo unos 9€.
Hoy
toca Berlín histórico empezamos por el Checkpoint Charlie, con unos soldados
muy dicharacheros supongo casi parodia de lo que vivió este paso de control
fronterizo. Hay un museo sobre el muro, pero estaba lleno de estudiantes así
que lo dejamos para otro momento.Paso de ponerme en plan rotermeyer a mandar
callar...que es a lo que dedico mi tiempo.
Por
toda la ciudad hay una línea de adoquines que marcan el lugar por donde iba el
muro,’mauer’, si bien es cierto que te emparanoias y cada vez que ves piedras
crees ver un trozo del muro.
TOPOGRAFÍA
DEL TERROR, al lado de Checkpoint estaba el temido cuartel de las SS, del que
hoy no quedan más que los cimientos, la exposición con fotografías y documentos
te deja el cuerpo con pocas ganas de fiesta, pero ahí está la historia para que
no se repita. Dos edificios increíblemente grandes flanquean la calle y te
llevan hasta una de las Torres de vigilancia, hoy parece casi de juguete.
Camino de Postdamer plazt y en un edificio a la izquierda se puede ver parte
del muro en el patio del edificio no se puede entrar pero es curioso.
Vicente
hablaba del solar que había sido Postdamer plazt y hoy con el Sony center luce
una arquitectura moderna que te transporta por momentos lejos de aquel Berlin
dividido. Todo aquí es nuevo, y aún se ven lugares solares que serán ocupados seguramente muy pronto.
Seguimos
camino de la emblemática puerta de Branderburgo, y el Reistagh, pasamos por el
MONUMENTO AL HOLOCAUSTO, es un laberinto de bloques frío y sobrecogedor, pero
es bonito.
En
el Reistagh los tickets para la cúpula se pueden coger por internet, de hecho
nos quedamos sin subir porque había que solicitarlo con dos meses de adelanto.
Hay una taquilla donde puedes apuntarte por sí hay bajas, te llaman y te citan
para el mismo día o dos después.
CAFÉ
EINSTEIN en la misma Under del Linden no muy lejos de la famosa puerta de
Branderburgo y a tu dcha si la dejas atrás. Imprescindible café y apple
struddle, el entorno art deco, con algún toque de fotografía más moderno.
DAY
3: POSTDAM
La
ciudad parece un decorado de película alemana de los 40, sobria de líneas
rectas. Sin embargo el también aquí Barnderburger Tor, que lleva a los jardines
es también el principio de una calle de casitas bajas con cierto encanto.
La
zona de los palacios es enorme, al ser invierno y casi nevando los jardines
estaban algo deslucidos y optamos por ver solo uno de ellos Sansoucci. Pero aún
así impresiona el terreno de jardines, fuentes, estatuas ...todo muy humilde,
casi como Versalles.No perderse la tumba del creador del castillo Federico II
cubierta de patatas, dicen las malas lenguas que por tacaño.
Si
cruzáis de nuevo la puerta y atravesáis la ciudad llegareis al DUTCH QUARTER, y
realmente uno cree estar en Holanda, las casas, las flores...Son solo un par de
calles donde os recomiendo comer en cualquiera de sus restaurantes y tomar café
y tarta en la Maison du chocolat.
Para
terminar y sabiendas de dejar bastantes cosas para próximas ocasiones, fuimos
al emblemático puente de GLIENICKE, donde se dividía este y oeste, y lugar de
intercambio de espías, uno nunca sabía si lo cruzaría del todo o no.
Para
volver cogimos allí mismo un tranvía que nos llevó hasta la misma estación de
tren y así volver a Berlín.
Tras
visitar a unos amigos y su MUSES MASCHINE y recibir una interesante
introducción a la patafísica, nos recomendaron un lugar impresionante.
CLARCHENS BALLHAUS
Un
descubrimiento encantador, se trata de un salón de baile de finales del siglo
XIX principios del xx, que sobrevivió a las dos guerras y que cuentan
frecuentaban tanto unos como otros. Relieve de escayola, decadencia, espejos
desconchados y un ambiente diferente cada noche. Busca en su web http://www.ballhaus.de/de/kalender.html que día hay salsa, tango, swing o chachachá. Puedes
bailar y sentarte en una mesa a cenar.
DAY
4
De
ahí y con un ticket A/B fuimos hasta la zona de Kufurdestrasse. Imprescindible
KAISER WILLIAM MEMORIAL, o la Muela como ellos la conocen.
En este barrio de majestuosas avenidas al más puro estilo burgués parisino, encontramos sobre todo las grandes tiendas abanderadas de la globalización; H&M, Zara, Urbanoutfitters...
Nada reseñable a parte de otra curry wurst, y si recomendable el art decó cafe para un buen apple struddle DRESSLER RESTAURANT
Comentarios
Publicar un comentario